Implacables Pretenders

 

 

DATOS DEL CONCIERTO

Artista: Pretenders

Festival: Les Nits de Barcelona

Promotora: Clipper’s

Fecha: 1 de julio de 2024

Lugar: Jardins de Pedralbes, Barcelona

Fotografías: Jose Irún  | Crónica: Yolanda Llopis

 

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Implacables Pretenders

 

La Ciudad Condal inaugura sus nits, las Nits de Barcelona, que son las de los Jardins de Pedralbes. Noches de calidad musical en el upper de la ciudad. Y la propuesta inaugural no puede tener más atractivo, el de una de las voces femeninas que tiñó de actitud rockera parte de la banda sonora de las generaciones de los boomers, los X… y tal vez incluso a algunos millenials o miembros de la Gen Z a quienes la natural rebeldía juvenil no les ha impedido heredar el legado musical de sus padres.

Aunque no vale hablar del pasado tratándose de Chrissie Hynde y sus renovados Pretenders. Relentless, el título de su último trabajo, es toda una declaración de intenciones: Implacable, inexorable, inflexible. Incluso firme, duro y brutal.

Y si, Chrissie está igual, y a menos que estés en primerísima fila o en el objetivo de alguno de los fotógrafos acreditados de la noche, en el escenario ves a una mujer implacablemente atemporal, de pitillos ajustados, botas hasta las rodillas, cazadora de cuero, icónico flequillo recto y ojos rasgados de eyeliner infinito, tanto como su sonrisa. Telecaster en mano, y 72 años en la biografía oficial, no en la que constatamos sobre las tablas.

Pocas parafernalias, ni en la puesta en escena (sobria para que destaque lo que importa), ni en la actitud de la líder de Pretenders, que entra directa al grano, con actitud y con un tema nuevo para empezar esta primera «nit».

“Losing my Sense of Taste” pertenece a este decimocuarto álbum de estudio, un esperado trabajo que salió a la luz en septiembre del 2023, y que la propia Hynde ha catalogado de «The Pretenders Collective», sin duda, por ese mano a mano compositivo con el guitarrista James Walbourne, coautor junto a Hynde de los 12 temas del disco, de los que se han reservado 3 para que escuchemos en Barcelona.

Así que, aunque la líder de Pretenders dice que no solo sonaran viejos temas, el grueso del set list es para los clásicos, que no son pocos, del grupo. Permitiéndose el lujo, eso sí, de prescindir de un esperado “Brass in pocket”. Aunque no hace mucha falta, porque cada palabra de su letra se muestra envidente esta noche de Julio “Gonna use my arms, gonna use my legs, gonna use my style, gona use may sidestep… I’m special, so special”.

Y efectivamente, solo tenemos que esperar a la 2ª canción para empezar a escuchar una retahíla de hits, a cuál más especial.

“Turf Accountant Daddy” y “Kid” emergen del baúl de los recuerdos, aunque todavía no son suficiente carga de adrenalina para levantar a la audiencia del formalismo que impera en los encorsetados formatos de conciertos de butacas.

Turf Accountant
Kid

Es un placer volver a Barcelona, proclama la rockstar antes de enviarnos un soberbio “Message of love” en forma de canción.

Agradece nuevamente la presencia de los asistentes y nos regala una brillante interpretación, tanto de voz como de guitarra, en “Private Life”. En los laterales, empiezan a levantarse los que no pueden reprimir más las ganas de mover el cuerpo al ritmo de esta rejuvenecida y contundente banda.

Junto a ese héroe de la guitarra como bautiza a James Walbourne, los nuevos Pretenders son ahora también Kris Sonne a la batería, y el londinense Dave Page al bajo.

Nos espera un trío de ases seguidos, que bien podrían haber sido los bises que cierran la noche. Pero no hay espera, y Hynde nos regala una tras otra “Back on the chain gang”, la desnuda interpretación en acústico de “Hymn to her” y “Don’t get me wrong”.

Back on the Chain Gang
Hymn to Her
Don’t get me wrong

Nos da un respiro de nostalgia para presentar a sus músicos, pero es una bocanada de aire breve, porque en los dos siguientes temas un impresionante James Walbourne nos hará vibrar con “Day after Day” y, especialmente “Thumbelina”Chrissie Hynde interpela con cierta provocación a su público. “A mí me encanta bailar, ¿a vosotros no?”.

Tal como nos prometió, es el momento de volver a retomar alguna canción nueva, aunque solo serán dos: “Let the sun come in” y “Vainglorious”. Son tan cañeras como las más clásicas, pero la gente las recibe a la expectativa, sentada de nuevo en sus asientos.

Ella va avisándonos, no sea que alguien se despiste, así que entre “Time the avenger” y “Junkie walk” un “Let’s rock” a modo de grito de guerra nunca está de más.

La voz de esta americana de corazón británico sigue intacta, inconfundible, y así de perfecta suena en la coreada “I’ll stand by you”.

I’ll stand by you

Y mientras agita las maracas, agita también al público, al que vuelve a provocar comparando reacciones con las de los conciertos de Taylor Swift y dando paso a “Break up the concrete”, y “Up the neck”.

Up the neck

«Come on, boys!» Esta vez, el mensaje de Hynde va dirigido directamente a su banda, quizás porque suena sin respiro y a golpe de batería “Bad Boys”. Un temazo tan cañero como la exhibición de rock de “Middle of the road”, con cuyos coros la gente nuevamente se pone en pie.

La pausa final es muy breve, y el contacto con el público en lo que se evidencia que serán los últimos hits del concierto, es más directo que nunca. Al fin todos de pie, y los más fans, o los más entusiastas y desatados, intentan vía lateral, vía cualquier estrategia que se precie, alcanzar un foso prohibido, ya que el pasillo delantero que nos separa del escenario está destinado solo a los afortunados de la 1ª fila de asientos, y el equipo de seguridad aísla la zona como si fuera el acceso al mismísimo San Grial.

Suenan «Stop your sobbing» y «Mystery achievement» para cerrar la noche.

Stop your sobbing

El concierto ha sido rápido y trepidante, y si comentábamos al principio que no ha habido florituras escenográficas, tampoco las ha habido en las interpretaciones, que han tenido un mucho de exquisitas y un mucho más de ir directas al grano. A estas alturas de la vida, al menos Chrissie Hynde, parece no estarse mucho por tonterías.

Aunque eso sí, estos nuevos Pretenders se van repartiendo púas, baquetas, besos y saludos como joyas del arca perdida.

Chrissie Hynde sabe mantener Pretenders en el pedestal más allá del tiempo y las generaciones. Contundentes e implacables.

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