El artista repasa su trayectoria en el marco del Room Festival
Juan Perro lleva consigo el pasado, el presente y el futuro. Es toda una vida dedicada a la música porque, aunque para algunos parezca mucho menos, ya han pasado cuatro décadas desde que sus composiciones empezaran a colarse por la radio y la tele de todo el país. Hoy su nombre está ligado a una carrera consolidada y al firmamento del pop nacional, y a pesar de no formar parte ya de las playlist de las radios comerciales, sigue siendo un referente para más de una generación. Gente, eso sí, mayor de 30 años, que han conocido a este artista en diferentes etapas. Varios centenares de ellos, se dieron cita el pasado viernes en la sala 1 de Razzmatazz para repasar la biografía musical de este estandarte que formaba parte del cartel del Room Festival.
Cuando pasan cinco minutos de las 21:00h Juan sale al escenario acompañado del quinteto que le acompañará durante la noche. Serán Juan Vinyals a la guitarra, Pere Foved a la batería, Isaac Call al bajo y la excelente sección de viento compuesta por David Pastor a la trompeta y Gabriel Amargant al saxo y el clarinete. En plena declaración de intenciones empezarán el concierto con ‘Los inadaptados’, un tema que servirá para entrar en calor y que muestra la riqueza de sonidos en los que nos adentraremos en unos minutos: sonidos que beben del blues, el ragga, el pop y que confluyen en un género propio que solo los verdaderos artistas pueden conseguir. Le seguirán ‘Ambar y “Pies en el barro” y entre el público ya hay quien lo define como “un trovador moderno”.
Juan Perro domina el escenario. Elegantes y sutiles, así son sus movimientos, con los cuales nos transporta lejos hasta dejarnos ‘En la frontera’, un tema que interpretará al estilo Violeta Parra, según él mismo y que encadenará con ‘El forastero’. Tras la travesía con toques americanos, el recorrido acabará con ‘Nada’ y la gran explosión de ‘El cigarrito’, un jocoso canto a la vida y el disfrute. El público empieza a conectar y Juan se permite alguna licencia en sus interpretaciones. Se dirige al púbico en catalán y da las gracias a la ciudad, por la música, la luz y las emociones que le ha regalado. Todavía no hemos llegado a la mitad del repertorio, así que quedan muchas caras por descubrir.
En todos estos años, el aullido de Juan se ha vuelto cada vez más sofisticado, así lo demuestran temas como ‘De un país perdido’, ‘El desterrado’ o ‘Aire’, canciones que se incluyen en su último álbum de estudio publicado hasta la fecha, ‘El viaje’, y que ayudan a que el concierto avance a otros lares y sonoridades, siempre bajo el sello perro. El artista se guarda los platos fuertes para el final.
La canción que tendría que poner el cierre al concierto, era ‘Charla del Pescado’, pero Perro tenía preparado dos bises, que acabaron siendo cuatro. ‘Río negro’ y ‘El viaje’, eran las bazas que se guardaba, en primera instancia, para despedirse de Barcelona, pero ante el intenso aplauso de los asistentes, Juan y el sexteto volvieron al escenario, ahora sí, para echar la vista atrás y recuperar dos de los mayores éxitos de Radio Futura: ‘Semilla negra’ y ‘La estatua del jardín botánico’. El público enloquece, canta al unísono los dos números uno, y así, entre aullidos, de un público enfervorecido, desaparece, con la sobriedad que le caracteriza, el que una vez fue l’enfant terrible de pop español. Hace años que dejó de ser un niño, pero sus letras siguen reflejando lo terrible y lo mágico de lo cotidiano.
Fotogalería
Fotos: Eva Ortiz (@EvaOrtizSoler)