En el mejor momento de su carrera profesional, Najwa regresa a la música para presentar su último trabajo, «Viene de largo» (Mushroompillow, 2020), en la sala Razzmatazz de Barcelona.
Si algo es característico de Najwa es su marcada personalidad. Ya desde que se apagan las luces de la sala descubres que está captando tu atención incluso sin estar sobre el escenario. Te lleva donde quiere. Mediante una proyección en bucle que parece representar una ventana o una puerta, te transporta a una especie de estado hipnótico e inquietante. Es su particular forma de darte la bienvenida a su concierto, de hacer que entres sin prisa y te dejes llevar y disfrutes de lo que está por venir.
Empieza el viaje. Con Josh Tampico, ingeniero de sonido de los Red Hot Chili Peppers, entre otros, y productor de muchos de los temas de su último trabajo, al mando; salía una encapuchada y misteriosa Najwa al escenario para envolver con su música y su energía a todos l@s fans allí presentes, desde l@s que la seguían desde sus inicios a l@s que se han enganchado gracias a Zulema o la inspectora Sierra.
La artista enlazaba track con track sin descanso con la mirada puesta en su público, ese público que llevaba horas haciendo cola en la puerta de Razzmatazz. Solo una semana tras el lanzamiento del disco había sido suficiente para que ya corearan todas sus letras.
Abrió con “Todos respirando”, con la sonrisa que no le cabía en la cara, disfrutando intensamente cada sonido, cada mirada, cada movimiento. Sintiendose libre de hacer lo que quiere y como quiere.
Entre el vaivén de “Nada – Duro” y mientras Josh mezclaba con Nada “Más arriba – Duro – Más arriba”, Nawja se dirigía a ell@s:
“Chabalitas os quierooo. Lo más grande”
Y se quitaba la capa para dejarnos sin aliento con sus bailes estrambóticos.
Los susurros daban paso a la fiera. Desaparecía por momentos y dejaba el protagonismo a un grupo de bailarines urbanos que le acompañaban y, de repente, aparecía en el foso para estar bien cerca de sus chabalitas y sus chiquitines que cantaban a todo pulmón “No tengo miedo a llorar”. Sin duda uno de los momentos top del concierto.
A lo largo del show proyecciones reivindicativas acordes a las letras, neones y una sonoridad más dance que en el disco, hacían de Razzmatazz una pista de baile que vibraba al ritmo de la sesión que había preparado Najwa para esta noche.
Es tan natural que es capaz de cantar que “Hoy te toca morir lento” y lanzar una carcajada de esas que te salen de dentro.. Porque le apetecía, porque le daba la gana.
Y así se fue, sobrada de estilo, brillando en la oscuridad e impregnando con su esencia la sala. Prometiendo más el año que viene. Dejándonos el hype por las nubes.