El Casino de Barcelona extendió su alfombra roja al primero de los artistas que inauguraba el cartel #Intims. La nueva propuesta gastronómica-musical en formato cena+concierto se estrenó, por todo lo alto, con Antonio Carmona el pasado 4 y 11 de febrero.
¡Y menudo comienzo! Entradas agotadas en ambos directos y el reencuentro con su público de Barcelona, no podía ser más caluroso y emotivo.
Ante la puerta del Cotton Club esperaban impacientes por entrar el centenar de personas que iban a poder disfrutar de su segundo concierto, en sábados consecutivos, en Barcelona de este artista gitano, chico y con el corazón abierto de par en par.
Los primeros acordes de “No Estamos Locos” sirvieron para que el público entrara en calor. Era solo el principio de una velada para disfrutarla y para dejarse llevar por la emoción.
Antes de continuar con el repertorio que nos tenía preparado, Antonio no quiso dejar pasar la oportunidad para agradecer a la organización del Festival, al Casino de Barcelona y al público asistente el gran recibimiento y enviar un afectuoso saludo a sus compañeros de cartel: David Demaría, Ariel Rot, Marlango, Soraya, Mikel Erentxun, La Unión y María Toledo.
Y avanzaba la noche con “Vengo Venenoso”, tema que da título a su primer álbum en solitario, con “Una, 2 y 3” escrita justo después de dejar Ketama y con “Para que tú no llores”, compuesto como las anteriores, por el propio Carmona y que cantó en estudio junto a su gran amigo Alejandro Sanz.
Y el público continuaba piropeándole, olés por toda la sala, intensidad in-crescendo, y gran expectación cuando invita a su hija a tomar protagonismo en el escenario. Marina Carmona cantó junto a su padre un tema que les trasladaba a su infancia “Ne Me Quitte Pas”. Nunca el francés, perfecto por cierto, y el castellano con sabor flamenco estuvieron tan cerca uno del otro.
Justo se terciaba el mejor momento para darnos a conocer una de las canciones de su nuevo disco que lleva por título “Obras Son Amores”. La admiración hacia su padre se ve plasmada con “Me Encanta”. Tema que envolvió a toda la sala de la magia de la música en directo donde el público no dejaba de dar palmas y tararear el estribillo.
Estábamos ya a mitad del concierto y Antonio continuaba como un pincel, con su traje negro, camisa blanca y su corbata también negra, ahora sí, ya aflojada para dejar salir la emoción con las siguientes dos canciones: “Miedo”, seguido de “Se dejaba llevar” de su gran amigo Antonio Vega.
Y llegó la gran sorpresa de la noche para el público pero sobre todo, al menos eso es lo que delataba su mirada, llegaba uno de los momentos más importantes para la vida artística de Antonio. Compartir escenario con uno de sus referentes.
De nuevo, aplausos y piropos… Se subía al escenario Moncho, el Gitano de Boleros, su compadre.
Y nos regalaron dos piezas que cobraron especial sentido justo entonces: “Aquellas pequeñas cosas” de Joan Manuel Serrat y “Contigo Aprendí” de Armando Manzanero.
Vello de punta, no solo por la complicidad, por la compadrería y por lo que acabábamos de vivir, si no por ver a un Antonio muy emocionado, sentimiento delatado por esos ojos vidriosos. Momentos, que nos alimentan el alma y que hacen más grande, si cabe, la Música.
Ustedes no saben lo que es esto. Dios mío Padre Bendito. -decía Antonio-.
Y se acercaba el final de la velada, habiendo sido arropado por su banda: Marcelo Fuentes (Bajo), Carlos Carmona (Guitarra), Antonio Montoya (Percusión), Felix (Teclado) y Marina Carmona (Coros) con “Maquinolandera” y “Flor de Lis” y con los bises con “Tan Agustito” y “Vente Pa Madrid”.
Y así dejamos el patio, contentos, emocionados, tan agustito y con ganas de mucho más porque Antonio Carmona nos encanta, nos encanta, nos encanta….