DATOS DEL CONCIERTO
Artista: HARRY STYLES
Gira: LOVE ON TOUR 2023
Promotora: LIVE NATION
Fecha: 12 JULIO 2023
Lugar: ESTADI OLIMPIC, BARCELONA
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Me sacudo posibles prejuicios, junto con alguna pluma de colores suelta, de las que el aire del metro, que nos acaba de acercar a Plaça Espanya, sopla en el andén. Plumas de las boas que a esa hora van peregrinando hacia el Estadi Olímpic al encuentro del actual príncipe del pop (rey, solo hay uno), Harry Styles.
Me sacudo posibles prejuicios, porque yo, a Harry, ya lo había visto anteriormente en directo, en dos ocasiones para ser exactos cuando mi sobrina mayor, con 13 años por aquel entonces, tenía, junto a sus amigas, un blog dedicado a One Direction y yo era la tía enrollada que las llevaba a todas a ver a la boyband del momento.
Han pasado 10 años de aquel concierto en el Pavelló Olímpic de Badalona, y 9 desde el que el grupo dio posteriormente en el Estadi Olímpic. Hoy, mi sobrina también está por otros temas… pero yo quiero experimentar, en primera persona, la propuesta del que, por aquel entonces ya decían que despuntaba en la banda, (predecían que pronto abandonaría el nido), aunque curiosamente fue Zayn Malik el primero en hacerlo.
Así que entro en el estadio donde le vi por última vez, rodeada de sombreros de cow-boy rosa chicle con mucho brilli-brilli, boas coloridas, restos de botellas de agua, imprescindibles para las fans que han tenido que pasar días y horas de espera al sol, y looks poperos y atrevidos, perfectamente acordes a la imagen del artista que nos espera.
Me ubico en un 2º plano, aunque tocando la valla que separa la zona delantera de la pista, del grupo más privilegiado de seguidores, el que rodea la pasarela cuadrada por la que se paseará el músico, recibiendo y esquivando muestras de cariño y los objetos que le arrojan sus fans. Por suerte, en Barcelona no tendremos que lamentar el impacto de alguno de ellos en los ojos u otras zonas sensibles, como ocurrió la semana pasada en Viena. Quiero observar el fenómeno fan, la alegría que experimentan 56.500 personas, la mayoría chicas jóvenes, dispuestas a vivir un sueño. Y de lo que pase en el escenario, tendré detalle ampliado en las gigantescas y múltiples pantallas que conforman una estructura de inspiración muy retro, muy vuelta a los 70’s.
Antes disfrutamos de las Wet Leg. Y las disfrutamos de verdad. No son simplemente un grupo de sala de espera, sino una propuesta de rock indie que, pese a llevar a penas 4 años en activo, ya ha sido reconocido con un par de Grammys por su música alternativa, así como por los Brit Award que las han nombrado mejor artista nuevo y grupo del año (2023). Un acierto que este dúo británico sean las teloneras de la gira Love On Tour de Harry Styles.
Pero vamos a lo que vamos. 21:49h de la noche. Las pantallas se iluminan y proyectan animaciones cual videojuego hasta centrarse en las caras del público, enloquecido cuando aparece Harry en el escenario, brazos abiertos, saludando al ritmo de Daydreaming.
Abajo nos esperan casi 2 horas de delirio y karaoke (estamos en un concierto de estadios). Arriba un show milimetrado de 20 temas (algunos temazos), y un despliegue de carisma, simpatía, e interacción constante con un público que ha venido dispuesto a adorar al ídolo.
Las canciones de sus dos últimos álbumes “Fine Line” (2019) y especialmente del tan premiado “Harry’s House” (2022), son el eje vertebral del concierto, con 6 del primero y 9 del segundo, aunque habrá un par de temas anteriores, y por supuesto un guiño a “One Direction”, con “Stockholm Syndrome” y a mitad del concierto la coreada “What makes you beautiful”.
Hace 9 años, en el mismo recinto, Harry Styles era un chaval de 20 años con turbante en la frente para apartar su melena ondulada y dejar ver su mirada tímida y esquiva. Hoy su innegable atractivo lo domina todo, su imagen se proyecta gigante y se multiplica en cada pantalla, y esa timidez se ha convertido en una arma seductora que combina con miradas traviesas y encantadoras, movimientos sexys para lucir músculos y tatuajes bajo su chaleco de flecos azul, y para hablar con seguridad, preocupándose por la legión de fans allí reunidas. “¿Estáis bien? Cualquier cosa me decís y paramos”. De tú a tú, como cuando interactúa con una chica de primera fila en cuya pancarta la pide que lea su nota en la Selectividad. Y ahí surge un maestro de ceremonias que sabe crear la emoción y suspense suficiente como para que la nota de Paula, un 6,3 por cierto, sea asunto de estado mayor en el Estadi.
Complicidad con el público, (no deja de gritar Barcelona y Catalunya) y también con su banda, que se divierte con él a cada momento.
“Golden”, “Adore You”, “Keep Driving”,”She”… Los temas se van sucediendo.
Para cantar la preciosa historia de “Matilda” se sitúa junto a coristas y guitarristas en el centro de la pasarela.
Y ahí se encuentran todos también, bailando a ritmo de “Cinema” o de “Music for a Sushi Restaurant”. Le siguen “Treat People with Kindness”, un buen momento para ondear la bandera LGTBI por toda la pasarela, “What makes you Beautiful” y “Grapejuice”, adornada con agradecimientos y mensajes invitando a vivir el presente. También es ahora el momento escogido para presentar a su extensa banda, 10 músicos de los cuales 5 son mujeres. A continuación, carrerilla final hasta llegar a los bises con la aclamada “Watermelon Sugar” y con el Harry más íntimo, que guitarra en mano, canta “Fine line” en un estadio iluminado por arte de móvil.
Tras la breve pausa, todos los colores de la voz de Harry Styles, desde los graves al falsete hasta entonces algo escondido, culminando por su tonalidad más potente, lucen como nunca en “Sign of the Times”.
De la balada al rock de “Medicine” para arrancar, ahora sí, la parte finalísima, no sin antes agradecer al público, nuevamente, y una y otra vez, la noche vivida.
Y aunque se reserva “Kiwi” para desaparecer del escenario, antes celebramos el momento esperado de la noche. Escuchar, por fin, «As it was” en directo, ver a Harry bailar dando saltos y lanzando los brazos al aire, gritarle “Com on, Harry, we wanna say Good night to you”, y empatizar con su historia de cambio, un mensaje muy íntimo y personal, disfrazado hábilmente de temazo alegre y pegadizo.
Y tienes razón, Harry, después de verte esta noche, sabemos que ya no es como antes. Cierto, no es lo mismo. El niño que despuntaba en una boyband está, sin duda, jugando en otra división.