DATOS DEL CONCIERTO
Artista: James Blunt
Festival: Alma
Promotora: Concert Studio
Fecha: 17 de julio de 2024
Lugar: Poble Espanyol, Barcelona
Fotografías: Lluís M. Montanero | Crónica: Yolanda Llopis
***
James Blunt. El equilibrista de emociones.
El cartel del Alma Barcelona nos trae esta noche a James Blunt, un nuevo acierto en la programación del festival, a juzgar por el peregrinaje a la montaña mágica de Montjuic y el ambiente que se vive en las horas previas en la zona del village del Poble Espanyol.
A estas alturas de su carrera musical, camino de las dos décadas, son pocos los que miran a Blunt como el cantante de falsete que repetía aquello de You’re beatiful hasta la saciedad. Cuando se tiene un éxito de este calibre, te arriesgas a transitar por esa arma de doble filo del encasillamiento y, no digamos si es con un tema romanticón. ¡Ay, los prejuicios!
Por suerte para quienes se han ido acercando al artista estos años, superando ideas preconcebidas, descubres una propuesta sólida, una voz única y una personalidad que te acaba conquistando. El arma de este antiguo miembro del ejército británico es ahora la melancolía de unas canciones pasadas por la mordacidad del humor, que equilibra las emociones. James Blunt es un artista componiendo, y a la vez un artista en sacarte una sonrisa cuando casi estás a punto de soltar la lágrima. Si fuera una figura literaria, sería el rey de la paradoja. Si fuera un artista catalán, tal vez se llamaría Joan Dausà.
Pero vayamos al concierto. Blunt viene flanqueado por sus músicos para presentarnos “Who We Used To Be Tour’, que comparte el nombre con su último trabajo, lanzado el año pasado.
Tras unos minutos de espera, aparición entusiástica en el escenario, yendo de punta a punta como no dejará de hacerlo en toda la noche, y estreno precisamente con dos de los temas nuevos “Beside you”, con el que está abriendo la gira de forma habitual, seguido de “Saving a life”.
Tras un “Wisemen” muy coreado, el entusiasmo se traslada también a las palabras con las que se dirige a su público. Primero en un spanish con sabor a guiri, y más rápido de lo que se hubiera pensado de alguien que tiene lazos familiares y residencia en Ibiza, al inglés de toda la vida. También le hubiera gustado hablarnos en catalán, pero como él mismo dice “poc a poc”, quizás en un par de años.
En cualquier caso, nos habla en el idioma universal de la simpatía cuando nos cuenta lo emocionado que está de estar esta noche con nosotros, con jeans nuevos, bambas nuevas, pero con la misma banda de siempre. El show que nos espera ya tiene cierto recorrido en Bélgica, Francia, Italia, Escocia… y nos confiesa que solo han sido una especie de ensayos preparatorios del concierto realmente importante, el de esta noche en Barcelona. Un concierto en el que nos presenta los temas más recientes, y si no nos cierran las puertas del recinto, también los clásicos.
Todavía no ha anochecido del todo en el Poble Espanyol y la luz del atardecer contrasta con el azul envolvente del escenario, donde guitarra en mano y voz rota que se me antoja no alcanza algunos de los agudos como debería, Blunt nos canta (y cantamos) “Carry you home”.
Carry you Home
De aquí al piano, donde nos recuerda que tiene un montón de “miserable songs” aunque siempre había deseado cantar canciones de rock, para lo que es necesario una banda y amigos. Así es como, cuenta, empezaron a entrar en el repertorio canciones más felices… aunque luego tuvo descendencia, y las “miserable songs” volvieron a aparecer.
Abre esta parte del concierto dedicado a las canciones deprimentes con “All the love that I ever needed”, dedicada a su amiga, la tristemente desaparecida actriz Carrie Fisher, inolvidable princesa Leia de Star Wars.
Tras “Dark thought”, y todavía en el piano, momento para “Goodby my lover”, uno de los pesos pesados de su discografía.
Goodbye my lover
Guitarra al frente para abordar, “The girl that never was” y petición para que los chicos solo escuchen, ya que el siguiente tema, una de su primeras composiciones, tiene un tono tan alto que solo las chicas pueden alcanzarlo. Así que voces femeninas y James Blunt, buen combo para abordar juntos este falsete.
En “Love under the pressure” se muestra cañero desde el piano, y todo el escenario se tiñe de rojo bombeante.
Del rojo al cielo de noche estrellada y del piano al ukelele para acompañar el ritmo contagioso de «Postcards».
No perdemos el ritmo, de palmas en platea y de piano en el escenario de luces psicodélicas, para cantar “I won’t die with you”. Y tras un cover de “Coz I luv You”, guitarra para recibir el tema estrella. “You’re beatiful” coreado por todos. La plaza del Poble Espanyol se llena de móviles y voces, y diría que sacamos una buena nota. El tema, y el ambiente que se crea, se alinea totalmente con el título. Nos ha quedado realmente bonito.
Coz I luv you
You’re beautiful
Gritos de emoción cuando identificamos el siguiente regalo. “Same mistake”, que entre estrofas de desamor y aullidos de melancolía suena preciosa, e incluso el bajista coge su móvil para dejar constancia.
Same Mistake
Aprovecha la euforia para presentar a los músicos, y el concierto coge un impulso ascendente imparable con temas del bloque más alegre y rockero como “Stay the night” o la maravillosa “OK”, de Robin Schulz, que le hace bailar a golpe de guitarra y a jugar con el público a esta especie de tour de force que supone estar unos segundos, que para las rodillas de más de uno (incluidas las mías), parecen minutos, agachados a ras del suelo. ¿Soy yo o creo que últimamente esta práctica torturadora ha cobrado fuerza y se revive en la mayoría de los conciertos a los que asisto? ¡¡¡Artistas, no juguéis tanto con nosotros, o un día de estos os encontrareis que más de la mitad de la audiencia no podremos levantarnos en lo que quede de concierto!!!
Stay the night
Al menos en este caso, Blunt nos da un pequeño respiro con los bises, que empiezan con un emotivo “Monsters” al piano, tema que escribió a su padre en un momento de salud delicado. En pantalla, las imágenes junto a él, tiñen la atmósfera de ternura y nostalgia. Como dice el cantante, “acabaremos el concierto como lo empezamos, con una canción deprimente”.
Monsters
Pero no, para acabar el show nos ha reservado 2 bazas que subirán el grado de entusiasmo de la noche, la festiva “Bonfire heart” y un “1973” que no puede faltar, con traca final de Blunt surfeando-rockeando sobre el mismísimo piano. Un dominio del equilibrio, auténtica metáfora de la noche, entre esas canciones alegres y esas “miserable songs”, entre esa energía rockera y ese falsete que toca la fibra más recóndita. Quizás no todas las estrofas que ha cantado hoy James Blunt han llegado a esa nota presente en sus discos, pero sin duda han dado de pleno en un público que ha vivido el concierto entregado de principio a fin.
1973
Pasan 20 minutos de las 11 de la noche. Han sido algo menos de 2 horas de hits y en el escenario asistimos a esa transformación que tan bien expresaba Enrique Urquijo: “pero cómo explicar, que me vuelvo vulgar, al bajarme de cada escenario”. Y así es, aún sin bajar de él, mientras los artistas saludan, se produce la metamorfosis que los convierte en simples y felices personas, que inmortalizan el reconocimiento del público con sus móviles, fascinadas como si fuera la primera vez. Compartir el momento junto a sus familias, semi ocultas en el lateral del escenario, los hace todavía más humanos, e incluso los más pequeños se unen a sus padres para participar de la cálida energía del adiós final. El equilibrio entre lo divino y lo terrenal, el músico y la persona. Ese equilibrio de emociones triunfador, marca James Blunt.