Bien claro tenía La Caja de Pandora que su vuelta no podía ser de cualquier manera. Nueve años de ausencia de una formación que dio tanto que hablar en el pasado, fue suficiente para que con un anuncio de su retorno, se congregara una buena multitud de seguidores esperando disfrutar de una banda que cuida el sonido, la puesta en escena y consigue esa complicidad sobre escenario y a pie de pista. Así pues, el sábado pasado, se llenó uno de los grandes templos de la música en vivo de Barcelona, la Sala Luz de Gas exprimiendo el emplazamiento con un despliegue humano y artístico a la altura de un regreso tan esperado.
Cumpliendo el horario anunciado, a las 21.00 hrs, el maravilloso poema “Aprenderás” nos marcaba el inicio del evento, dejando paso a todos los componentes de la banda para que fueran ocupando sus lugares en escena.
Con un inicio espectacular, Juan Valverde, Paco Zárate, Salva Contreras, Toni Ramos, Salva González y Alexis Valverde se ganaron una gran ovación al salir al escenario. “Celos” abría un setlist muy bien compactado. Ya, desde el principio, se vió a un público muy entregado.
El primer estribillo del tema sonó al unísono de banda y público, retumbando en las paredes de la Luz de Gas, donde el cartel de entradas agotadas estaba colgado desde hacía días. Sin descanso llegó, “Cuando despierto” para después irnos a “No perder el Norte” y “Al olor de nuestro incienso”.
La gran base rítmica que se escuchó durante toda la noche, el bajo de Paco Zárate y la batería de Salva González le dieron a los 26 temas todo su cuerpo. Tampoco se quedaron atrás las guitarras de Toni Ramos y Salva Contreras, muy potentes ambas.
A Juan Valverde, se le vió disfrutar con el público y con el resto de la banda. Delante del escenario, abriendo los brazos, y buscando todas esas miradas del respetable, asentía al ritmo de la música como para reconocer que este regreso sí valió la pena.
Buen plante sobre el escenario y como buena banda con gran directo, los seis consiguieron llevar al público, hacerle corear y cantar con temas clásicos como “Acuérdate bien de mi cara” “A nuestra vida otro sentío” “No me preguntes dónde voy” “Barrio” o “Una de cal y otra de arena”.
También hubo momento para “Peinas el aire”, donde la emoción estuvo a flor de piel. Del Acuérdate bien de mi cara, además, nos dejaron: “Por hacerte Sonreir” “Dónde te escondes” “Avíseme” y “El Cielo en dos” .
Los gestos de complicidad entre los seis estuvieron presentes durante todo el concierto. Esa misma complicidad, en mayor o menor medida, también estuvo entre parejas, amigos y familias que se miran y se amontonaban para certificar lo que se estaba viendo, lo que se estaba, al fin y al cabo, viviendo; el reencuentro con un banda que, sin duda, marcó y de manera profunda, sus vidas.
Alexis Valverde tuvo su momento en “Ciudad desierta” para hacer un muy buen solo de armónica metido de pleno en la multidud de asistentes que pisaban en ese momento la pista de la sala, y es que Alexis demostró que lo inmejorable también se puede mejorar porque no hay nada como que el público les sienta y les viva tan de cerca teniendo en cuenta además, el largo tiempo de espera.
Con el público en lo más alto, saboreando recuerdos y deseando que el concierto no tuviera final, acabaron con toda una declaración de intenciones: empezamos de nuevo una vez más… (dice una parte de la última canción del concierto) y es que LCDP, fueron capaces de probar la larga vida de todas sus canciones, capaces de dar una inyección vital con su directo y capaces de demostrar que nada más lejos de estar vencidos por el tiempo para empezar otra vez y para hacernos enloquecer hasta desfallecer… y que se joda el que se tenga que joder porque han regresado para partir “El cielo en dos”
Texto y Fotografías: Eva Ortiz | @evaortizsoler
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